6 de las cuevas más bonitas de Europa

¿Siente el calor? No te preocupes, Musement te llevará en una refrescante escapada a las grutas y cuevas más impresionantes de Europa.

El verano ha llegado en todo su esplendor. Y si le cuesta huir del calor, conocemos algunos refugios naturales que siempre refrescan, incluso en pleno verano: ¡las cuevas! ¿Le apetece saber más? Musement ha elaborado una lista con sus diez cuevas favoritas de Europa, donde podrá escapar de los calores de agosto.

Siga leyendo para iniciar su viaje a un fresco mundo subterráneo.

1. Gaping Gill, Inglaterra

En North Yorkshire encontrará una de las mayores cuevas naturales de toda Gran Bretaña. Te presentamos Gaping Gill, un mundo subterráneo de 90 metros de profundidad, atravesado en su totalidad por el arroyo Fell Beck. El arroyo se convierte en una de las cascadas ininterrumpidas más altas de todo el viejo continente, precipitándose de cabeza en Gaping Gill desde una altura de casi 340 pies. Aunque el agua de la cascada parece desvanecerse en el aire, más tarde se descubrió que resurge en la adyacente cueva de Ingleborough, que está conectada con Gaping Gill. Tenga en cuenta que la visita a la cueva sólo es posible dos veces al año, cuando se instala un transporte especial que permite descender en profundidad a pequeños grupos de visitantes.

2. Cuevas de Postojna, Eslovenia

Desde 1872, el único tren subterráneo de doble vía del mundo lleva a los curiosos por esta guarida subterránea de dos millones de años de antigüedad. Aunque las cuevas se extienden a lo largo de 15 kilómetros, sólo 3 de ellos son accesibles al público: unos 2 en minitren y 1 a pie. Así que traiga buen calzado para caminar y no olvide llevar un jersey, la temperatura en las cuevas es de unos fríos 10°C. Y no deje de visitar el castillo de Predjama, el más grande del mundo construido dentro de una cueva.

3. Cueva de Eisriesenwelt, Austria

¿Hielo en pleno verano? En Austria, ¡es posible! De mayo a octubre puede visitar las impresionantes cuevas de hielo de Werfen, en la provincia de Salzburgo, acompañado por guías experimentados. Con sus 28 kilómetros de esculturas y formaciones de hielo, Eisriesenwelt es una experiencia similar a la del país de las maravillas invernal a temperaturas bajo cero. La visita dura alrededor de una hora y quince minutos, y es necesaria una buena resistencia física, ya que habrá que subir numerosos escalones en la cueva. Aunque es posible llegar en teleférico, tendrás que caminar otros 20 minutos para llegar a la cueva.

4. Cuevas de Artà, España

De visita obligada en Mallorca, estas cuevas son ideales para toda la familia. Rodeadas por las montañas de la isla, en la costa de Canyamel, las Cuevas de Artà una de las mejores cuevas para visitar en España y son conocidas por sus impresionantes formaciones de estalactitas y estalagmitas. La más espectacular de ellas, de más de 20 metros de altura, se encuentra en la Sala de la Reina de las Columnas. También se dice que los túneles subterráneos fascinaron a Julio Verne y le inspiraron para escribir su famosa novela _Viaje al centro de la Tierra._ Una visita guiada para grupos pequeños dura entre 35 y 40 minutos e incluye efectos de luz y sonido, que añaden un toque cinematográfico a la experiencia.

5. La cueva de Saint-Marcel d’Ardèche, Francia

A las puertas de las gargantas del Ardèche encontrará esta inmensa cueva con unos 37 kilómetros de túneles y pasadizos. La de Saint Marcel es una de las mayores canteras de Francia y alberga además una belleza impresionante: la cascada de Gours. La visita al interior dura aproximadamente 1 hora e incluye dos espectáculos de luz y sonido. Desde 2013 la cueva también se ha convertido en un centro de enoturismo completo con su propia bodega donde el vino se envejece a 200 pies bajo tierra.

6. La Gruta Azul, Italia

Situada frente a la isla de Capri, esta resplandeciente gruta marina es una de las más famosas de toda Europa. Famosa por el azul brillante de sus aguas, la cueva en sí mide unos 82 pies por 195 pies, mientras que la pequeña entrada tiene menos de 3 pies de altura. Por eso sólo es posible acceder a ella a bordo de pequeñas embarcaciones, que pueden transportar hasta cuatro personas a la vez. Una vez dentro, se encontrará flotando en la oscuridad sobre un luminoso lecho de agua. Nuestro consejo es que visite la Gruta Azul entre el mediodía y las dos de la tarde, cuando los colores del mar son más intensos.

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