Los préstamos particulares y el relevo del crédito

La más grave consecuencia de la crisis crediticia que estamos viviendo es el endurecimiento de las condiciones que los bancos imponen para conceder nuevos préstamos. Conseguir dinero para echar adelante un proyecto o una urgencia es cada vez más caro. Por ello, es vital el surgimiento de nuevas formas de financiación. Los préstamos entre particulares (probablemente) están llamados a tomar el relevo en la vida emprendedora.

Los préstamos personales pueden ser una opción viable en una variedad de circunstancias. Primero, definamos un préstamo personal. Algunos préstamos están destinados a una compra específica. Usted compra una casa con un préstamo hipotecario, compra un auto con un préstamo para automóvil y paga la universidad con un préstamo para estudiantes.

Pero un préstamo personal puede ser usado para casi todo. Algunos prestamistas quieren saber qué hará usted con el dinero que le presten, pero siempre y cuando lo haya pedido prestado por una razón responsable y legal, puede hacer lo que quiera con él.

Los préstamos entre particulares son la moderna versión de los tradicionales prestamistas de barrio, pero sin sus riesgos y aprovechando las herramientas que la web pone a nuestra disposición. Se trata de compañías totalmente legales que ponen en contacto a quien desea prestar dinero y a quien lo necesita, fungiendo como una intermediaria que comprueba el historial de crédito de los prestatarios y evita los abusos de los prestamistas.

Una de las compañías online de préstamos entre particulares es Zopa, con versiones italiana, inglesa, norteamericana y japonesa. Su funcionamiento es muy sencillo: como en cualquier red social, uno se suscribe, y elige el rol que desea cumplir: prestamista o solicitante.

Como prestamista, se señala el monto máximo a conceder y el interés al que se desea poner a trabajar el dinero. Zopa recomienda entre un 7 y un 8%. Un interés similar al de los préstamos al consumo bancario y por encima del interés que conceden los depósitos de inversión. Así se benefician los prestatarios, al obtener un crédito barato y en mejores condiciones que con un banco, y los prestamistas, cuyo dinero rinde más que una inversión tradicional.

Como prestatario, se indica el motivo de la solicitud del préstamo, la cantidad que se solicita, el tiempo en que se podrá efectuar la devolución y el interés que se está dispuesto a pagar.

Un servicio cuya versión para España nos resolvería más de un problema.

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