5 formas de cuidar tu jardín de casa

La jardinería es uno de los mejores pasatiempos que puedes tener. Es interesante, se puede percibir como un ejercicio y te proporciona el lugar perfecto de relajación en tu casa que además puedes disfrutar con tus amigos y familiares. Sin embargo, para tener un jardín bonito y sano, hay que cuidarlo bien. No es ciencia espacial, te lo prometemos. Pero sigue los siguientes consejos de jardinería de Anphibius y disfrutarás de un jardín exuberante durante mucho tiempo.

1. Regar

No hace falta decir que el riego de tus plantas es tremendamente importante. Cada especie de planta tiene sus propias preferencias, así que infórmate de la frecuencia con la que debes regarlas. Por lo general, es mejor regar las plantas a primera hora de la mañana o por la noche. Es el momento en que el suelo está más fresco. Si riegas tus plantas durante un día caluroso, el agua se evaporará más rápido. Además, durante los días calurosos, la mayoría de las plantas necesitan ser regadas una vez al día y durante el invierno, una vez a la semana. Pero, de nuevo, ten en cuenta primero la especie de la planta y la pluviometría que recibe tu jardín.

Riega con suavidad para no dañar el suelo y asegúrate de no regar demasiado las hojas, para que no se enmohezcan y puedan contraer enfermedades fúngicas. Riega directamente en la tierra. Si acabas de plantar las semillas, basta con rociarlas con cuidado. De lo contrario, utilizar una manguera o un chorro de agua abundante podría arrastrar las semillas o hacer que se agrupen.

También puedes utilizar un sistema de riego, si no tienes tiempo para regar tu jardín o estás mucho tiempo fuera. Así puedes regular la cantidad de humedad del suelo y los sistemas de microrriego (o riego por goteo) son sin duda una solución más ecológica. Puede ahorrarte hasta un 60% del consumo de agua y garantiza que se riegue la tierra y no las hojas.

Si la tierra alrededor del tallo de la planta está empapada, significa que la has regado. El moho o el musgo que crece en la tierra también significa que has regado demasiado tus plantas. Por otro lado, el marchitamiento de las plantas, las hojas marrones o muertas y el crecimiento lento son indicios de que has regado demasiado poco.

2. Cuidado del césped

Son tipos de suelo diferentes y necesitan un cuidado distinto:

  • Suelo arcilloso: añada materia orgánica, como compost o musgo de turba. Afloja la tierra y riégala tan rápido como absorba el agua. La tierra arcillosa tiende a absorber el agua muy lentamente.
  • Suelo limoso: es el mejor tipo de suelo que puedes tener ya que es una mezcla de arena, limo y arcilla. Absorbe fácilmente el agua y la almacena para las plantas.
  • Suelo arenoso: añade materia orgánica que complemente el suelo. De lo contrario, el agua correrá a través de ella demasiado rápido y las plantas no podrán absorberla.

Con un rastrillo de lata de primavera, puedes eliminar la paja y el musgo. Y con una horquilla de jardín puedes hacer agujeros profundos en la tierra cada 10 cm, para que el agua y los nutrientes lleguen más fácilmente a las raíces. A continuación, puedes plantar semillas, utilizar abono de jardín y regar regularmente hasta que crezca la hierba. También puedes pedir a un jardinero que ponga césped en tu jardín.

3. Deshierbar

Las malas hierbas utilizan los recursos que necesitan tus plantas y pueden acabar con tu jardín rápidamente. Además, pueden albergar plagas y enfermedades, por lo que es fundamental que evite tener malas hierbas en su jardín. Para evitar que crezcan, planta las camas densamente y eso reducirá el espacio disponible para que broten. El uso de mantillo también evitará que crezcan las malas hierbas. Si es demasiado tarde y ya tienes malas hierbas en tu jardín, debes eliminar las raíces utilizando una paleta de desbroce.

4. Muebles y estructuras

La mayoría de los jardines tienen diferentes muebles y estructuras como patios, mesas, sillas, fuentes, escritorios, etc. Dependiendo de los materiales con los que estén hechos, necesitan diferentes tipos de cuidados. En general, es bueno mantenerlos secos. La humedad puede congelarse durante el invierno y causar daños al romper el material. Incluso si no se congela, puede crecer musgo en tus muebles. Además, revisa regularmente tus vallas, cobertizos y puertas en busca de signos de podredumbre. Repárelos lo antes posible, antes de que se produzcan más daños.

5. Control de plagas y enfermedades

Las plagas y enfermedades pueden matar fácilmente a todas las plantas de tu jardín, por lo que es fundamental evitar que crezcan en él. Algunas de las plagas que debes buscar son los ácaros, pulgones, chinches, moscas blancas y mosquitos. Algunos de ellos son atraídos por las malas hierbas, así que con sólo evitar las malas hierbas, también evitarás tener plagas. Otras plagas más grandes pueden evitarse instalando barreras y trampas. Si empiezas a tener plagas, utiliza los pesticidas adecuados para erradicarlas. Además, puedes eliminar de tu jardín las plantas más afectadas.

Leave a Comment