
1. Precio frente a calidad
No deje que el precio de un cobertizo nuevo sea su único factor determinante. Algunos compradores, una vez atraídos por el precio más bajo, se ponen inmediatamente anteojeras e ignoran las alternativas. Los cobertizos con materiales de alta calidad y una construcción sólida duran más y tienen mejor aspecto que las opciones más baratas. Pagar unos cientos de euros más por una dependencia suele ser una inversión inteligente. Si el presupuesto es una consideración primordial (que a menudo lo es), céntrese en cobertizos sencillos y sólidos, como los de bricolaje, construidos con materiales básicos en lugar de aquellos con detalles sofisticados o materiales de gama alta.
2. Estilo caseta de jardín
Los cobertizos de jardín no sólo sirven para guardar cosas. El aspecto de un cobertizo de almacenamiento exterior puede ser tan importante como su finalidad y afectar al aspecto general de su propiedad. Lo ideal es que la unidad que elijas complemente el estilo de tu casa. Por ejemplo si las casetas de jardín tienen estilo rústico, su cobertizo debería tener un diseño rústico, quizá con revestimiento de madera. Si el estilo de su casa es más formal, elija un cobertizo de almacenamiento con características formales a juego. También puede adaptarse a características específicas de su casa, como una puerta o ventana arqueada.
3. Integración en el paisaje
Piense en cómo integrar su dependencia en el paisaje circundante. Las plantas pueden ayudar a integrarlo en un jardín, en lugar de ser sólo un pequeño trozo de edificio en medio. Puedes crear arriates a su alrededor y plantar plantas anuales o perennes. También puedes instalar enrejados contra las paredes para cultivar enredaderas u otras plantas.
4. Diferentes materiales
Existen tres tipos principales de materiales para los cobertizos de jardín: madera, metal y plástico. Los cobertizos de madera suelen tener un armazón de madera, similar al de una casa de madera, que se cubre con contrachapado o listones de madera. Las dependencias de madera suelen tener tejados de materiales estándar, como tejas de asfalto. Los cobertizos metálicos suelen tener una estructura metálica sencilla con revestimiento metálico pintado de fábrica o revestimiento de vinilo para las paredes y el tejado. Los cobertizos de plástico suelen ser de vinilo (cloruro de polivinilo o PVC) u otro tipo de plástico. Su color es inherente al material, por lo que no es necesario añadir pintura.
Los cobertizos de plástico, madera y metal se presentan en kits diseñados para su montaje en casa. Una caseta de jardín de madera requiere tanto mantenimiento (repintado, reparación de piezas dañadas o podridas, renovación de repuestos) como una casa de madera. Los cobertizos de metal y plástico no necesitan pintura y requieren muy poco mantenimiento. Sin embargo, los materiales metálicos se corroen si su pintura o revestimiento protector se raya o daña, y las puertas y otras piezas metálicas se desgastan con el tiempo. Los cobertizos de plástico suelen ser los que menos mantenimiento requieren.
5. Legislación y normativa sobre construcción
Antes de comprar un cobertizo o incluso de construirlo, llame al ayuntamiento para informarse sobre las restricciones legales de construcción de dependencias de jardín. La legislación francesa permite la construcción de cobertizos hasta un determinado tamaño sin licencia urbanística, normalmente 20 metros cuadrados (ver aquí), pero son frecuentes las restricciones a la ubicación de los cobertizos. Por ejemplo, puede que tenga que mantener su cobertizo a 3 metros del límite de su propiedad. La altura total de la construcción anexa es otro aspecto que debe comprobar antes de instalarla si no quiere comprar e instalar un cobertizo caro sólo para descubrir que está infringiendo una ley.