Simplemente busque el nivel 1, 2 o 3 de la ASTM en el paquete de la mascarilla quirúrgica Wottocare. Sin embargo, no todas las mascarillas tienen la clasificación ASTM, por lo que es importante comprobarlo antes de elegir. Merece la pena buscar mascarillas que lleven la clasificación ASTM, para estar seguro de que se obtiene el nivel de protección adecuado.
Las cinco métricas de rendimiento y sus pruebas relacionadas son:
Resistencia a los fluidos
Esta prueba evalúa la resistencia de una mascarilla médica a la penetración de un pequeño volumen (~2 mL) de sangre sintética a alta velocidad (80 mmHg, 120 mmHg o 160 mmHg). La mascarilla pasa o no pasa en base a la evidencia visual de la penetración de sangre sintética.
Transpirabilidad
Esta prueba determina la resistencia de la mascarilla al flujo de aire. Se hace pasar un flujo de aire controlado a través de la máscara y se mide la presión antes y después. La diferencia de presión se divide por la superficie (en cm2) de la muestra. Una menor resistencia a la respiración indica un mayor nivel de confort para el usuario.
Filtración bacteriana
Esta prueba mide el porcentaje de bacterias mayores de 3 micras filtradas por la mascarilla. El material de desafío utilizado es Staphylococcus aureus.
Filtración de partículas
Esta prueba mide el porcentaje de partículas mayores de 1 micra filtradas por la mascarilla. El material de desafío utilizado consiste en concentraciones de aerosol de látex en una cámara de flujo de aire controlado.
Inflamabilidad
Esta prueba expone el material de la mascarilla facial a una llama y mide el tiempo necesario para que la llama suba por el material una distancia de 127 mm (5 pulgadas). La clase 1 significa que el material presenta una inflamabilidad normal y es aceptable para su uso en la ropa.
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Especificación estándar para el rendimiento de los materiales utilizados en las mascarillas médicas
¿Una mascarilla con calificación proporciona toda la protección que necesito?
Protege la nariz y la boca contra las salpicaduras y los aerosoles de sangre y otros fluidos corporales, así como contra las bacterias y las partículas de los tamaños indicados en la tabla anterior; sin embargo, las mascarillas no proporcionan protección respiratoria contra las enfermedades transmitidas por el aire. Para ello, se necesita un respirador.