Causas del aumento de los divorcios

Lamentablemente el número de divorcios va aumentando con rapidez. Diferentes investigaciones han encontrado factores asociados a este hecho:

  • La estabilidad matrimonial esta asociada con la edad de los cónyuges en el momento del matrimonio. Los matrimonios entre adolescentes tienen altos índices de divorcios, sobre todo si hubo un embarazo prematrimonial. Parece ser que el acelerar el matrimonio por encima de la maduración biológica y social de la pareja produce inestabilidad y es uno de los factores que precipitan el divorcio. Además se suelen añadir otros factores como problemas familiares o el rechazo paterno, haciendo que el divorcio determinarse mucho antes.
  • Un nivel bajo de ingresos no es determinante del divorcio, aunque sí lo es la inestabilidad en el empleo y la disminución progresiva del nivel de vida. En el caso de las mujeres, una buena posición económica hace que, llegado el caso de insatisfacción matrimonial, el divorcio sea viable.
  • Otro factor asociado al divorcio es el de ser hijo de padres divorciados. En este sentido, los sociólogos han propuesto que los hijos de divorciados se divorcian con más frecuencia ya que han tenido experiencias desagradables observando las relaciones familiares de sus padres. Quizás no sea tanto la imitación del comportamiento de los padres como un conjunto de factores postdivorcio, es decir, las consecuencias negativas que suelen derivarse sobre los hijos, las que posteriormente les inducen a ellos.
  • La mayor incidencia del divorcio que se da actualmente, esta asociada a que los obstáculos legales se han reducido, a una menor oposición religiosa y a un menor desprecio social hacia las personas que se han divorciado.
  • En el pasado, algunas parejas permanecían juntas “por el bien de sus hijos”. Hoy en día hay muchas menos parejas que tiene hijos y además, criar a los hijos en el contexto de la pareja no siempre se considera como el mejor medio.
  • Se concede mucha más importancia a la relación emocional de la pareja. Y es que la fuerza de las razones económicas para mantener unido el matrimonio, ha disminuido. La gente de hoy en día espera que su compañero enriquezca su vida, le ayude a desarrollar su potencial y sea un compañero amoroso y sexualmente apasionado. Cuando no se alcanzan los objetivos, la mayor parte de las personas considera razonable el divorcio.

En la actualidad, es menos probable que los matrimonios infelices acepten su situación de lo que era anteriormente. Es menos probable que se reconozca que la situación puede mejorar y, además, es probable que se piense que la situación de conflicto va a afectar negativamente a los esposos y a los hijos.

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